¿Qué es la Astroquímica?

 Por Fernando Sa Ramón (AAHU)

Conozcamos un poco más sobre esta ciencia interdisciplinar que busca entender los procesos físicos y químicos que determina la composición del gas y de las partículas de polvo interestelar.

Imagen creada con Canva por la Agrupación Astronómica de Huesca.

Las estrellas no solo son creadoras de los átomos de todos los elementos químicos que conocemos. Hasta hoy, los astrónomos y científicos de varios campos de todo el mundo ya han descubierto cientos de moléculas orgánicas e inorgánicas en el medio interestelar, alrededor de las estrellas, en asteroides, en cometas y en los meteoritos; necesariamente, esta especialidad se ha llamado Astroquímica, y está interconectada con casi todas las demás ramas científicas que podamos pensar.

«Buscamos en los laboratorios, hacemos modelos y teorías e investigamos en los confines del Universo. Los astrónomos quieren saber cómo se originan las nubes moleculares, qué química se esconde en ellas, cómo se pueden formar objetos tan calientes y densos como las estrellas a partir de un gas tan frío y tan tenue. Para obtener respuestas seguimos indagando con nuestros instrumentos, intentamos reproducir esas condiciones para saber qué ocurrió en la fases iniciales de la evolución de la Tierra cuando la química, de una manera que todavía no se comprende del todo, pero de forma inexorable, preparó el camino para la vida». Así describe Luis Lahuerta Zamora, Doctor en Ciencias Químicas, el trabajo de investigación que se lleva a cabo en este campo.

Hace pocos años, se pensaba que era casi imposible que en el gas interestelar hubiera moléculas más complejas de las que contenían dos átomos, debido a que el gas frío, enrarecido y bañado de radiactividad sería demasiado hostil para permitir una química activa. En la actualidad ya sabemos que no es así, sobre todo gracias a la radioastronomía, a la espectrometría y a los estudios en infrarrojo. Ahora se detectan moléculas orgánicas e inorgánicas desde 2 hasta 13 átomos, y, además, el caso especial de los fullerenos, moléculas de varios carbonos unidos, hasta 60 y 70 ( C60, C70), que crean formas geométricas desde placas hasta esferas. Muchos de estos compuestos del espacio no se encuentran en la Tierra de forma natural, aunque algunos sí se pueden sintetizar para usos en laboratorios o en la industria.

Más del 75% de todas las moléculas identificadas tienen carbono entre sus constituyentes, por su gran capacidad para enlazarse entre sí y con otros átomos, desde sencillas cadenas hasta los espectaculares fullerenos, desde carbono sólido amorfo y en microcristales hasta hidrocarburos aromáticos policíclicos (P.H.A.), y cianuros, cianopoliínos, cianuro de metilo, alcoholes, aldehídos, metilo, metano, azúcares, glicoaldehído, ácidos, ácido fórmico, aminoácidos, CO, CO2 , carburos, éteres, acetiluros metálicos, mercaptano de etilo, metanol, formol, acetona, acetamida, propanal… Y se hallan otras entidades moleculares sin carbono, como el agua, el agua oxigenada, el amoniaco, las sales, los óxidos, los nitruros, los ácidos, los hidróxidos, la fosfina, los fosfuros, el ácido sulfhídrico, los sulfuros, los silicatos, las aleaciones metálicas, etc.

Por supuesto, aún quedan algunos iones y moléculas sin identificar (U-lines, es decir, líneas en el estudio de los espectros electromagnéticos que todavía no se sabe a qué compuesto corresponden). Para investigar toda esta complejidad molecular, nació en España ASTROMOL, formado por doce grupos interdisciplinares de astrofísicos, químicos, físicos, y expertos en espectroscopía de astronomía, de laboratorio, de masas y de láseres, establecidos en varias instituciones públicas de investigación, observatorios astronómicos y universidades de todo el país, coordinados por el CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas), y apoyados, además, en el telescopio espacial Herschel y en el conjunto de radiotelescopios ALMA, ubicado en Chile.

La capacidad de los nuevos avances en Astronomía es asombrosa; para hacernos una idea, destaquemos el ejemplo del estudio que se ha hecho en parte de la nebulosa NGC6334 («Pata de Gato»), en el que Herschel detectó 65 líneas de emisión de moléculas, mientras que el gran conjunto ALMA detectó 695.

El laborioso estudio de estas moléculas primigenias y de las implicaciones que tienen en los procesos físicos y químicos que rigen el Universo nos acerca más a entender la formación de éste, el origen de la vida y el por qué estamos aquí, que no es poco.

«¿Somos humanos porque miramos las estrellas, o miramos las estrellas porque somos humanos?»

Neil Gaiman, escritor

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