Nuestro viaje a Grecia

Por: Francisca Moreno Lizandra (socia de la AAHU)

Un breve recuento de la visita a los puntos más emblemáticos de Grecia con la Agrupación Astronómica de Huesca, del 26 de julio al 2 de agosto de 2024.

Representación de una asamblea de los dioses olímpicos. Delfos.

Fotografía de Francisca Moreno, usada con permiso.

Como ya es tradición, 41 miembros de la Agrupación Astronómica de Huesca hemos realizado nuestro viaje anual y, este año, el destino ha sido Grecia. La influencia cultural entre Grecia y España se ve reflejada en muchos aspectos: el clima, el carácter, la gastronomía… pero sobre todo en la lengua. El griego es la base de parte de nuestro vocabulario (en especial, prefijos y sufijos).

En una semana, hemos disfrutado e recorrer y observar los restos de la antigua civilización griega a lo largo de todo el país. El guía nos iba narrando episodios históricos y míticos relacionados con los diferentes lugares que visitábamos, ya que la mitología está presente en cada rincón.

En Atenas, es indispensable visitar la Acrópolis y su Partenón/Parthenon (s. VI y V a.C), cuyo significado es ‘doncella’, ‘virgen’, ‘célibe’, consagrado a la diosa Atenea. Ha sido una gozada pasear por ese entorno a pesar de la gran cantidad de turistas, observar y fotografiar restos de diferentes templos con sus peculiares columnas, esculturas… especialmente de mármol. Hemos visitado el Nuevo Museo de la Acrópolis (2019), uno de los mejores del mundo, y nos ha impresionado el buen estado de los restos arqueológicos encontrados, sobre todo las esculturas de mármol.

Visitamos el Estadio Panatenaico (Estadio antiguo), donde se celebraron los primeros Juegos Olímpicos de la Edad Contemporánea (1896), el Templo de Zeus, y presenciamos el peculiar cambio de guardia donde se encuentra ubicado el Parlamento Griego. En ese mismo lugar se halla “la tumba del soldado desconocido”.

Pasamos al Norte, destino Meteora ('rocas en el aire'): A medida que nos aproximábamos, empezamos a divisar un conjunto de oscuros peñascos rocosos, altos (bosques de rocas) y de difícil acceso, en cuyas cuevas habitaron monjes ascetas durante siglos. Los monasterios colgantes empezaron a construirse en el s. XIV. Se construyeron 24 con diferentes estilos arquitectónicos, y en la actualidad se conservan 6 (4 masculinos y 2 femeninos). Visitamos uno de cada. Las iglesias de los monasterios cristianos ortodoxos están decoradas con vistosos frescos de influencia bizantina, unos restaurados y otros originales, con temas religiosos: vida de Jesús, temas bíblicos, retablos de madera, libros antiguos, y muchos elementos dorados y plateados. Pudimos conocer los diferentes sistemas que usaron en siglos pasados para subir las grandes piedras.

Oráculo de Delfos. Julio 2024. Foto de archivo de la AAHU.

De allí, nos trasladamos hacia el Sur y pasamos por el desfiladero de Termópilas, donde paramos para ver el monumento de Leónidas, rey de los espartanos. Nuestro siguiente destino era Delfos, considerado el lugar religioso más importante del mundo helénico. El oráculo de Delfos estaba conformado por mujeres mayores que llegaban a un estado de trance mediante el uso de drogas, y eran los sacerdotes quienes interpretaban sus palabras. Visitamos las zona arqueológica, el Templo de Apolo, el Teatro, con capacidad para albergar 5000 espectadores, y el Museo Arqueológico.

Continuamos hacia la ciudad de Olympia, visitamos el antiguo Estadio Olímpico donde se celebraron los primeros Juegos Olímpicos y estuvimos en el lugar donde se enciende la llama olímpica cada 4 años, por el efecto del sol en un espejo parabólico. Seguidamente, viajamos cruzando la región del Peloponeso hacia Micenas, construida sobre una colina fortificada y que parece estar en medio de la nada. Aquí visitamos los restos arqueológicos de la puerta de los leones (fue puerta de la ciudad), el pequeño museo y la espectacular tumba de Agamenón (héroe griego que fue rey de Micenas), construida hacia 1250 a.C., y su gran tesoro, descubierta por Heinrich Schliemann. Ya de regreso en Atenas, en Naupacto (Lepanto), fotografiamos la estatua de Cervantes y pasamos por el puente más largo del mundo en su estilo.

Finalmente, para relajarnos, tomamos un pequeño crucero para ver alguna de las pequeñas islas de Hydra, Poros y Egina. Fue el cierre de una semana completísima y llena de maravillosos momentos.