Sobre la «lluvia de estrellas» de San Lorenzo

Por Alberto Ancin

Este año la Luna menguante de 4 días molestará la visión de las estrellas fugaces más débiles, pero el espectáculo será igual de interesante. Podremos observar la constelación de Piscis mientras la noche se prepara para nuestro objetivo: la lluvia de estrellas conocida como las «Lágrimas de San Lorenzo».

Meteorito de 10 mm de tamaño de las Perseidas en tiempo real, tomado el 14 de agosto de 2019 en Berlín. Wikimedia Commons.

Las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo son activas desde mediados de julio hasta finales de agosto, pero la actividad es mayor solo los cuatro o cinco días anteriores y posteriores al 12-13 de agosto. Este año, el máximo de la lluvia está previsto sobre las 22:00 horas del martes 12. Para poder observarlas en total oscuridad hay que esperar a que la constelación de Perseo levante su posición sobre el horizonte.

Las previsiones siempre se basan en observaciones de años anteriores. Aunque se ha mejorado la precisión, no hay total garantía de que ocurran, de ahí que sea necesario un gran número de observaciones visuales para confirmar y afinar los modelos.

Esta lluvia tiene una Tasa Horaria Zenital (THZ) promedio de 100 meteoros por hora. Si las condiciones no son ideales —nubosidad, contaminación lumínica, presencia de la Luna o baja altura del radiante al comienzo de la noche— veremos menos meteoros. La presencia de bólidos es importante, no solo en las noches del máximo, sino también al comienzo y final del periodo activo.

La lluvia de estrellas Perseidas, o lluvia de meteoros, se produce cuando la Tierra, en su órbita alrededor del Sol atraviesa la zona donde están los restos de polvo, que el cometa Swift – Tuttle, dejó   en su camino hacia el Sol. Al chocar con la atmósfera terrestre, a una velocidad de 300.000 km/h. (unos 60 km/s.) se desintegran.

¿Qué es una lluvia de estrellas?

En una noche cualquiera se pueden ver varias estrellas fugaces: una, dos o tres cada hora. Sin embargo, hay determinadas fechas del año en las cuales aumenta considerablemente su número, y se llegan a observar cientos e incluso miles ¡en una sola noche! Esto es lo que conocemos como «lluvia de estrellas» o de meteoros.

La comunidad astronómica cuando se van a producir estos fenómenos, ya que todos los años la Tierra, en su caminar alrededor del Sol, atraviesa la trayectoria de ciertos cometas.

Se trata cuerpos que al acercarse al Sol desprenden pequeñas partículas, la mayoría del tamaño de granos de arena o arroz, que quedan flotando en el espacio.

Estos minúsculos desechos, al entrar en contacto con nuestra atmósfera, se transforman en pequeñas bolas de fuego que se desintegran a unos 100 km por encima de nuestras cabezas. Son los trazos luminosos que observamos en el cielo, resultantes de la vaporización de las partículas por su colisión con las moléculas del aire.

Las «lluvias de estrellas» reciben su nombre por la zona del cielo de la cual parecen provenir. Se producen varias a lo largo del año, por ejemplo, las Leónidas de la constelación de Leo en noviembre, las Perseidas de la constelación de Perseo en agosto, entre otras.

Para ver las estrellas fugaces no es necesario utilizar prismáticos ni telescopios, y para divisar el mayor número de ellas es necesario encontrar un lugar oscuro lejos de la luz que desprenden las ciudades. Otro de los factores que más afecta a la observación es la Luna, ya que su brillo evita que observemos los meteoros más débiles.

El mejor modo de contemplarlas es a simple vista debido a la rapidez con la que atraviesan el cielo (en promedio, unos 59 km/s), por lo que es mejor dejar los prismáticos o telescopios para otra ocasión, puesto que abarcan campos de observación más pequeños que nuestros ojos.

Meteoro multicolor de las Perseidas cruzando el cielo a la derecha de la Vía Láctea. Wikimedia Commons.

¿Qué veremos este 12 de agosto?

El Sol se ocultará a las 21:17 horas, y mientras oscurece podemos empezar a ver estrellas, constelaciones y descubrir la estrella Polar.

Tendremos el planeta Saturno que sale junto a la Luna a las 22:56 horas, con magnitud 0,8ª será visible en la constelación de Piscis.

A partir de las 23:30 horas seguro comenzaremos a contar estrellas fugaces.

Podemos aprovechar a observar estos objetos hasta que la noche y sobre todo que la constelación de Perseo comience a ser visible, hasta las 00:00 horas.

La Luna menguante de 4 días será visible durante toda la noche, y su luz impedirá observar muchos objetos. No obsatante, podemos aprovechar a observar sus cráteres más importantes en esta fase: Maginus, Clavius, Plato, Copérnico, el trío formado por Tolomeo, Alfonsus y Arzachel, entre otros, y los mares de la Serenidad, Tranquilidad e Imbrium.

Si tenemos ocasión, podremos ver algún cúmulo abierto mirando hacia el centro de la galaxia entre las constelaciones de Escorpio y Sagitario: tal vez algunos objetos muy interesantes, como la galaxia Andrómeda (M31), galaxia de Bode (M81), galaxia del Puro (M82) o el cúmulo globular M13 en Hércules.

Si tienes pensado asistir a una de nuestras actividades públicas por primera vez, te recomendamos traer mantas, tumbonas, merienda y demás enseres para tumbarte y alzar la mirada al cielo en busca de las estrellas fugaces, mientras te contamos algunos de los secretos del Universo.

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