21 DE DICIEMBRE: SOLSTICIO
EL COMIENZO DEL INVIERNO
Agrupación Astronómica de Huesca
En
la mañana del miércoles 21 de diciembre (en concreto, a las 11 horas 44
minutos), comenzará el invierno. Es el día del solsticio.
En
este texto se explican de forma sencilla las características principales de un
hito astronómico tan importante. Descubriremos las razones de que, siendo el
solsticio de invierno el 21 de diciembre, su celebración tradicional en
Nochebuena y Navidad tenga lugar dos días después.
Puesta de Sol, calle Alcoraz (Huesca) |
El
sol, en el solsticio de invierno, sale y se pone más al sur que ningún día,
alcanza a mediodía su menor altura anual y son el día más corto y la noche más
larga del año. Y se da el curioso hecho de que el comienzo del invierno, con su
frío, coincide paradójicamente con el momento en que la Tierra se encuentra más
cerca del Sol
1. El invierno empieza el miércoles 21
de diciembre
El
invierno dará comienzo, según el horario vigente en España, el martes 21 de
diciembre a las 11 horas y 44 minutos de la mañana.
La
Tierra se hallará entonces en un punto de su órbita alrededor del Sol desde el
que nuestra estrella se ve en la constelación zodiacal de Sagitario (mirando en
dirección a Sagitario se encuentra también, aunque muy lejos –a 27.000 años luz
de nosotros-, el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, y el agujero negro
supermasivo que se aloja en dicho centro).
Dado
que la Tierra no completa su órbita anual en torno al Sol en un número entero
de días, sino que tarda 365 días y un cuarto de día (unas 6 horas), el invierno
comienza cada año, por lo general, unas 6 horas más tarde que el año anterior.
Así, en 2014 lo hizo el 22 de diciembre a las 0 horas y 3 minutos de la noche;
en el año 2015 se inició, también el 22 de diciembre, a las 5 horas y 48 minutos
de la madrugada.
Sin
embargo, en los años bisiestos como este, al añadirse un día en febrero, ese
“avance” de unas 6 horas queda interrumpido, y el invierno empieza unas 18
horas antes que el año anterior. De esa forma, si en 2015 el invierno da inicio
el 22 de diciembre a las 5 horas y 48 minutos, este año 2016, que es bisiesto,
lo hará el 21 de diciembre a las 11 horas y 44 minutos de la mañana.
2. ¿Y entonces por qué Nochebuena es el día
24?
El
cristianismo convirtió en fiestas sobresalientes, celebradas con tradiciones
muy arraigadas y de gran antigüedad, el comienzo del verano y del invierno. El
solsticio de verano se festeja la noche de San Juan y el solsticio de invierno
en Nochebuena y Navidad.
¿Cuál
es la razón de que el comienzo de las estaciones y sus festividades cristianas
no coincidan, hallándose separados unos dos o tres días? ¿Por qué motivo el
invierno da inicio el 21 - 22 de diciembre y Nochebuena y Navidad son el 24 y
25? La causa se halla en los 11 minutos de diferencia entre el ciclo solar de
las estaciones y el año del calendario, que se acumulaban anualmente, hasta que
dicha desviación quedó corregida en la reforma del calendario llevada a cabo
por el papa Gregorio XIII en 1582.
Nuestro
año de 365 días, con bisiestos, fue creado en Roma por Julio César en el año 46
antes de Cristo. En esa época, el comienzo del verano y del invierno se
producían hacia al 24 de junio y el 25 de diciembre, tal y como se celebra en
la actualidad, más de dos mil años después.
A
partir de la época de César, sin embargo, esos 11 minutos anuales de diferencia
comenzaron a actuar. Y cuando, casi 4 siglos más tarde, el concilio de Nicea se
reunió el año 325 después de Cristo (el cristianismo era ya una religión
tolerada y estaba próximo a convertirse en el credo oficial del imperio romano),
el comienzo del verano y del invierno tenían lugar el 21 de junio y el 22 de
diciembre. Los padres del concilio decidieron que tales fechas serían, en
adelante, las de inicio oficial de las estaciones, pese a que su celebración, y
así ha ocurrido hasta hoy, se hacía tres días después.
3. El Sol sale y se pone más al sur que
en el resto del año
Todos
sabemos que el Sol sale por el este y se pone por el oeste. Sin embargo,
únicamente sale y se pone en los puntos del horizonte que señalan el este y el
oeste dos días al año, los de los equinoccios, que marcan el comienzo de la
primavera y del otoño.
Durante
la primavera y el verano el Sol sale entre el este y el norte (por el noreste)
y se pone entre el oeste y el norte (por el noroeste); en otoño e invierno, por
el contrario, el Sol sale por el sureste y se pone por el suroeste. El
solsticio de invierno, este 21 de diciembre, se caracteriza de esta forma por
ser el día del año en que el Sol sale más al sureste (o sea, más cerca del
punto del horizonte que señala el sur) y se pone más al suroeste. Y ello determina
las otras características del solsticio invernal, que pasamos a comentar: la
altura mínima que el Sol alcanza a mediodía y la duración, también mínima, de
las horas de luz.
4. El Sol alcanza menor altura a
mediodía que en el resto del año
El
Sol llega cada día a su mayor altura sobre el horizonte a mediodía, y entonces
se encuentra exactamente al sur (justo sobre el punto que señala en el
horizonte el sur geográfico). La altura del Sol cada mediodía varía a lo largo
del año, alcanzando su altura máxima en el solsticio de verano y la mínima en
el de invierno. En estas fechas de diciembre, en que está vigente el horario de
invierno y hay por tanto una hora de diferencia con la hora solar, el mediodía
ocurre a la una de la tarde.
¿Cómo
de alto está el Sol a finales de diciembre al mediodía? Poco. La altura mayor
que un objeto celeste puede alcanzar sobre el horizonte es el cenit, el punto
situado encima de nuestra cabeza. El cenit está a 90 grados de altura sobre el
horizonte sur. Pues bien, el Sol llega a mediodía en Huesca, en el solsticio de
verano, a 71 o 72 grados de altura sobre el horizonte sur, y solo a unos 25
grados de altura a mediodía al comienzo del invierno. Fijémonos estos días en
la escasa altura del Sol, a la una de la tarde, mirando hacia el sur.
5. El día es más corto y la noche más
larga que en el resto del año
Este
21 de diciembre, el Sol saldrá en Huesca a las 8 horas y 34 minutos de la
mañana y se pondrá a las 17 horas y 52 minutos de la tarde. El día durará por
tanto en nuestra ciudad 9 horas y 18 minutos
y la noche 14 horas y 42 minutos. Se trata del día más corto y la noche más
larga en tierras oscenses.
La
duración del día y la noche al comienzo del invierno dependen de la latitud del
lugar en que uno se encuentra. En ciudades situadas más al norte que Huesca, el
día es más corto y la noche más larga que aquí. Y a la inversa, en las que
están más al sur el día es más largo y la noche más corta que en nuestra
ciudad.
En
Zaragoza, que se encuentra algo más al sur que Huesca, la duración del día el 21
de diciembre es 3 minutos mayor, de 9 horas y 21 minutos. En Madrid el día
tiene 13 minutos más que aquí (9 horas y 31 minutos). Y tal efecto se acentúa
cuanto más viajamos hacia el sur: el día en el solsticio de invierno es en
Sevilla de 9 horas y 40 minutos y en Rabat de 9 horas y 53 minutos.
Por
el contrario, al norte de Huesca el día en el invierno es más corto y la noche
más larga que en nuestra tierra. El 22 de diciembre la duración del día es en
París de 8 horas y 14 minutos, en Londres de 7 horas y 49 minutos y en
Estocolmo de 6 horas y 4 minutos.
6. El frío llega cuando más cerca
estamos del Sol
La
órbita de la Tierra en torno al Sol no es circular sino elíptica. El Sol,
además, no se encuentra en el centro de dicha órbita sino en uno de sus focos,
a 2 millones y medio de kilómetros del centro. Todo ello hace que, a lo largo
del año, nos encontremos en unos momentos más cerca y en otros más lejos de
nuestra estrella. La distancia mínima, de 147 millones de kilómetros, se
alcanza el 3 de enero y la máxima, de 152 millones de kilómetros, el 4 de
julio.
¿Cómo
es posible que a principios de enero, cuando acaba de iniciarse el invierno y
más frío hace, sea el momento en que más cerca estemos del Sol? Ello se debe a
que el ciclo de las estaciones no depende de la mayor o menor cercanía de la
Tierra al Sol sino a que el eje de rotación terrestre no es perpendicular a
nuestra órbita alrededor del Sol (está inclinado 23 grados y medio).
Si
hace frío en invierno es porque, a causa de esa inclinación del eje de
rotación, en estos meses en Huesca el Sol está más bajo a mediodía y el día
dura menos horas que en el resto del año. Hay por tanto menos horas de
insolación y además los rayos solares, al encontrarse el Sol más bajo, caen
menos perpendiculares, por lo que cada área de superficie recibe menor cantidad
de radiación solar que en verano.
La
fortuna o la casualidad han querido que nuestras estaciones sean más suaves que
las de los países del sur. Porque ahora, en que comienza el invierno en Huesca,
en Argentina, Sudáfrica o Australia se inicia el verano. Nosotros, en el norte,
empezamos el invierno cuando más cerca nos encontramos de nuestra estrella y el
verano cuando más lejos estamos del Sol. Por el contrario, en los países del
sur el invierno coincide con la mayor lejanía y el verano con el mayor
acercamiento al Sol. Sus estaciones, por esta causa, son más extremadas que las
nuestras. Esta desigual situación se invertirá, en esta ocasión a favor del
hemisferio sur, dentro de 13.000 años, en virtud de la precesión de los
equinoccios (un ciclo terrestre de larga duración).
Carlos Garcés Manau de AAHuesca
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