Este martes 21 de junio de 2016, a las cero
horas y treinta cuatro minutos de la noche, comienza el verano. Es el solsticio.
Foto: Jacinto Alduán |
En este breve texto, preparado por la Agrupación Astronómica
de Huesca, se explican de forma sencilla las características principales de un
hito astronómico tan importante.
Descubriremos las razones de que, siendo el
solsticio de verano el 21 de junio, su celebración tradicional se produzca tres
días después, en la noche de San Juan.
Veremos también los rasgos más destacados del
solsticio de verano en Huesca: el sol sale y se pone más al norte que nunca,
alcanza a mediodía su altura máxima anual y son los días más largos y las noches
más cortas del año.
Y hablaremos del hecho curioso de que el
comienzo del verano, con sus fuertes calores, coincida con el momento en que la Tierra se encuentra más
lejos del Sol.
1. El verano empieza el martes 21 de junio
El verano dará comienzo, según el horario
vigente en España, el martes 21 de junio a las 0 horas y 34 minutos de la noche.
En estos días el Sol, observado desde la Tierra , está saliendo de la constelación zodiacal
de Tauro y entrando en la de Géminis.
Dado que la Tierra no completa su
órbita anual en torno al Sol en un número entero de días, sino que tarda 365
días y 6 horas, el verano comienza cada año, por lo general, unas 6 horas más
tarde que el año anterior (pero este 2016, por ser bisiesto, constituye una
excepción).
En 2013 el verano empezó el 21 de junio a
las 7 horas y 4 minutos de la mañana; en 2014 lo hizo el 21 de junio a las 12
horas y 51 minutos del mediodía; y en 2015 se inició el 21 de junio a las 6
horas y 38 minutos de la tarde.
En los años bisiestos, sin embargo, al
añadirse un día en febrero ese “avance” de 6 horas en el comienzo de cada
verano queda interrumpido, y la estación empieza 18 horas antes que el año
anterior. De esta forma, si en 2015 el verano dio inicio el 21 de junio a las 6
horas y 38 minutos de la tarde, en 2016, que es bisiesto, lo hace 18 horas
antes, el 21 de junio a las 0 horas y 34 minutos de la noche. El año próximo,
el 2017, ese “avance” anual de 6 horas se reanudará y la estación estival se
iniciará el 21 de junio a las 6 horas y 24 minutos de la mañana.
2. ¿Y entonces por qué San Juan es el 24?
El cristianismo convirtió en fiestas de
gran importancia el comienzo del verano y del invierno. El solsticio de verano
se festeja en la noche de San Juan y el solsticio de invierno, que tiene lugar
hacia el 22 de diciembre, en Nochebuena y Navidad. Ambas fiestas se celebran
con tradiciones de gran antigüedad. El comienzo del verano, en concreto, tiene
en el fuego y las hogueras uno de sus elementos característicos.
¿Cuál es la razón de que el comienzo de las
estaciones y las festividades cristianas no coincidan, hallándose separados
unos tres días? ¿Por qué motivo el verano da inicio el 21 de junio y la noche
de San Juan Bautista es la del 23 al 24?
La causa se halla en los 11 minutos de
diferencia que se acumulaban anualmente entre el ciclo de las estaciones y el
año del calendario, hasta que dicha desviación quedó corregida con la reforma
del calendario llevada a cabo por el papa Gregorio XIII en 1582.
Nuestro año solar con bisiestos fue creado por
Julio César, en el año 46 antes de Cristo. Con la reforma de César, el comienzo
del verano y del invierno se producía en torno al 24 de junio y el 25 de
diciembre, tal y como se sigue celebrando hoy en San Juan y la Navidad.
Esos 11 minutos anuales a que nos hemos
referido comenzaron sin embargo a actuar. Y cuando se reunió el concilio de
Nicea, en el año 325 después de Cristo (el cristianismo estaba próximo a convertirse
en la religión oficial del imperio romano), el comienzo del verano y del
invierno tenían lugar ya el 21 de junio y el 22 de diciembre. En dicho concilio
se decidió que tales fechas serían, en adelante, las de inicio oficial de las
estaciones, pese a que su celebración, y así ha ocurrido hasta nuestro tiempo,
se hace tres días después.
Foto: Jacinto Alduán |
3. El
Sol sale y se pone más al norte que en el resto del año
Todos sabemos que el Sol sale por el este y
se pone por el oeste. Sin embargo, en Huesca (y en toda España) el Sol solo sale
y se pone exactamente en los puntos del horizonte que marcan el este y el oeste
dos días al año, los de los equinoccios, al comienzo de la primavera y el
otoño.
Durante la primavera y el verano el Sol
sale entre el este y el norte (es decir, por el noreste) y se pone entre el
oeste y el norte (por el noroeste); en otoño e invierno, por el contrario, el Sol
sale por el sureste y se pone por el suroeste.
El solsticio de verano, este 21 de junio,
se caracteriza por ser el día del año en que el Sol sale más al noreste y se
pone más al noroeste. Y ello determina las otras dos características del
solsticio de verano: la altura máxima anual que el Sol alcanza a mediodía y la
duración, también máxima, de las horas de luz.
4. El
Sol alcanza mayor altura a mediodía que en el resto del año
Cada día el Sol llega a su mayor altura
sobre el horizonte a mediodía. Y en ese momento se encuentra exactamente al sur
(es decir, está encima del punto del horizonte que señala el sur geográfico). En
estas fechas de junio, en que está vigente el horario de verano y hay dos horas
de diferencia con la hora solar, el mediodía ocurre a las dos de la tarde.
La altura del Sol a mediodía varía a lo
largo del año, alcanzando su altura máxima en el solsticio de verano y la
mínima en el de invierno, hacia el 22 de diciembre.
¿Cómo de alto está el Sol en junio, al
mediodía? Mucho. La mayor altura que un objeto celeste puede alcanzar sobre el
horizonte se llama cenit, y es el punto situado encima de nuestra cabeza. El
cenit está a 90 grados de altura sobre el horizonte sur. Pues bien, el Sol
llega a mediodía en Huesca en el solsticio de verano a 71 o 72 grados de altura
sobre el horizonte sur (su altura mínima al mediodía, al comienzo del invierno,
es solo de unos 25 grados). Fijémonos en las próximas jornadas en la gran altura,
la mayor de todo el año, que el Sol alcanza a las dos de la tarde.
5. El
día es más largo y la noche más corta que en el resto del año
Este 21 de junio, el Sol saldrá en Huesca a
las 6 horas y 26 minutos de la mañana y se pondrá a las 21 horas y 41 minutos.
El día durará por tanto 15 horas y 15 minutos y la noche 8 horas y 45 minutos. Estas
jornadas, antes y después del solsticio de verano, son los días más largos y las
noches más cortas que podemos vivir en tierras oscenses.
Hay un hecho importante. La duración máxima
del día, al comienzo del verano, depende de la latitud del lugar en el que uno
se encuentre. Más al norte que Huesca, el día es más largo que aquí. Y más al
sur el día es más corto que en nuestra ciudad. Pondremos algunos ejemplos. En
Huesca, como acabamos de señalar, el día dura el 21 de junio 15 horas y 15
minutos. En Zaragoza, que se encuentra algo más al sur, su duración es 3
minutos menor, de 15 horas y 12 minutos. En Madrid el día tiene 12 minutos
menos que aquí (15 horas y 3 minutos). Y tal efecto se acentúa cuanto más
viajamos hacia el sur: el día en el solsticio de verano en Sevilla es de 14
horas y 44 minutos y en Rabat de 14 horas y 25 minutos.
Por el contrario, al norte de Huesca el día
en el verano es más largo y la noche más corta que en nuestra tierra. El 21 de
junio, la duración del día en París es de 16 horas y 10 minutos, en Londres de
16 horas y 38 minutos, y en Estocolmo de 18 horas y 37 minutos (3 horas y 22
minutos más que en Huesca).
6. El
solsticio de verano en el Trópico de Cáncer y el Círculo Polar Ártico
En los mapas y atlas que estudiábamos en la
escuela o consultamos en internet figuran, entre el Ecuador y el Polo Norte,
dos líneas paralelas al Ecuador: el Trópico de Cáncer y el Círculo Polar
Ártico.
El Trópico de Cáncer pasa por México, el
antiguo Sáhara español, el sur de Argelia, Libia y Egipto, Arabia Saudí, la India y el sur de China. Y
el Círculo Polar Ártico por el norte de Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia, por
Alaska, el norte de Canadá y Groenlandia.
El Trópico y el Círculo Polar tienen mucho
que ver con el solsticio de verano. Si en Huesca el Sol alcanza este día su altura
máxima, de unos 71 grados, en los lugares situados a lo largo del Trópico de
Cáncer el Sol se encuentra a mediodía justo en el cenit, directamente sobre la
cabeza del observador; es decir, a 90 grados de altura sobre el horizonte.
Y si en el solsticio de verano en Huesca el
Sol sale y se pone más al norte que en el resto del año y el día dura 15 horas
y 15 minutos, en los lugares que se encuentran a lo largo del Círculo Polar, el
Sol no sale ni se pone (a medianoche el Sol roza el punto del horizonte que
marca el norte) y el día dura 24 horas, por lo que no hay noche.
7. El calor llega cuando más lejos estamos del Sol
La órbita de la Tierra en torno al Sol no
es circular sino elíptica. El Sol, además, no se encuentra en el centro de
dicha órbita, sino en uno de sus focos, a 2 millones y medio de kilómetros del
centro. Todo ello hace que, a lo largo del año, nos encontremos más cerca o más
lejos de nuestra estrella.
La distancia mínima al Sol, de 147 millones
de kilómetros, se alcanza a comienzos de enero y la máxima, de 152 millones de
kilómetros, se produce el 4 de julio, día de la fiesta nacional de Estados
Unidos.
¿Cómo es posible que a principios de julio,
cuando acaba de iniciarse el verano y más calor hace, sea el momento en que más
alejados estamos del Sol? Ello se debe a que las estaciones no dependen de la
mayor o menor cercanía de la
Tierra al Sol, sino que se producen por la inclinación del eje
de rotación terrestre (dicho eje no es perpendicular a nuestra órbita alrededor
del Sol, en cuyo caso no habría estaciones; está inclinado 23 grados y medio).
Si hace calor en verano es porque, a causa
de esa inclinación del eje de rotación, en estos meses en Huesca el Sol está
más alto a mediodía y el día dura más horas que en el resto del año. Hay por
tanto más horas de insolación y además los rayos solares, al encontrarse el Sol
más alto, caen más perpendiculares, por lo que cada área de superficie recibe
mayor cantidad de radiación solar que en invierno.
La fortuna o la casualidad han querido que
nuestras estaciones sean más suaves que las de los países del sur. Como es
sabido, cuando comienza el verano en Huesca y en el hemisferio norte, en
Argentina, Chile, Sudáfrica o Australia está iniciándose el invierno.
Nosotros, en el norte, empezamos el verano
cuando más lejos estamos del Sol e iniciamos el invierno cuando más cerca nos
encontramos de nuestra estrella. Por el contrario, en el hemisferio sur el
verano coincide con el mayor acercamiento al Sol y el invierno con la mayor
lejanía.
Sus estaciones, por esa causa, son más
extremas que las nuestras. De todas formas, esta desigual situación se
invertirá a favor del hemisferio sur dentro de 13.000 años, en virtud de la
precesión de los equinoccios (un ciclo terrestre de larga duración).
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